Rss Feed
  1. Serie Miedos y Fobias

    jueves, 13 de marzo de 2008

    (2)
    Al futuro
    He de confesar que no he tenido una buena carrera. Que no he encarado de la mejor forma lo que elegí hacer ya hace unos cuantos años. Creo que para los que me conocen esto no es un misterio. No es un gran secreto. Soy un vago con intención. Sin vergüenza. Soy un vago porque en el fondo así siempre lo he querido. Estoy convencido que es un desperdicio entregarle tanto tiempo, de esto que llamamos vida, a la academia. Me parece un error sustancial. ¡Que desperdicio!

    Pero le tengo miedo al futuro. Un miedo escalofriante. Depresivo. Y sé que muchos le tienen miedo al futuro. Que es normal temerle, o bueno, eso dice todo el mundo.
    — tranquilo, mijo, eso es normal. Dicen mis tíos.
    — No hay problema con eso, hijo. Me abraza mi mamá.
    — Eso nos pasa a todos. Me lo dice la gente cercana con una palmadita, irritante, en la espalda, cuando les cuento, asustado, indefenso, que le tengo un miedo terrible (bueno, de por si que miedo no es terrible) al futuro.

    Y es que me consumo en una biblioteca, harto de hacer lo mismo. Un lugar —que paradoja— donde mi yo más profundo se siente incomodo, aburrido, incapaz de crear. Con la rutina que impone un sueldo y ciertos beneficios laborales. Soy un cobarde (bueno, los que me conocen, tampoco les sorprenderá esto) he debido, hace tiempo ya, tomar la decisión de renunciar a la vida fácil que da aquella de recibir un dinero semanal. ¡Qué compra ese dinero!

    Pero es que le temo al futuro. Le temo a un futuro incierto —que tonto, qué futuro no es incierto— pero le temo a eso que llamamos futuro.

    Le temo a un futuro alejado de todo lo que he ansiado ser. Le temo a un futuro lejos de vos Chavita. Le temo a un futuro lejos de ustedes, amigos. Temo a desperdiciar mi vida en ser un número más. Un afiliado más a una EPS. Ser un cotizante más. Un beneficiario más. Un empleado más. Un usuario más. Un cliente más… un muerto más.

    Que tenebroso eso de pensar en el futuro.